En nuestros días es muy fácil encontrar a alguien completamente negativo, a personas interesadas únicamente en sí mismas y que olvidan que los bienes materiales no se acompañan de amistad, amor y humanidad. Siempre he pensado que de nada me sirve sufrir por lo que no tengo, al final el adquirir ese objeto no me dará más que una felicidad temporal y a la vez frívola, acompañada de una sensación de superioridad que no beneficia a nadie.

Tengo la fortuna de tener más de lo que necesito, y de contar con lo más importante… personas a mi alrededor que me quieren, que me aman y que tratan de entenderme y aceptarme tal y cual soy. Estas personas y lo que aprendo de ellas en cada momento, tanto como lo que recibo y más aún lo que puedo darles, me hacen una persona abierta al cambio, siempre abierto a lo que surja en el camino y siempre dispuesto a estar cuando me necesiten.

La felicidad se contagia, el ser feliz es una capacidad natural que pocos nacen teniendo, y que el resto podemos aprender y disfrutar. Existen personas en este mundo que siempre son felices, aunque muchas veces son estas personas las que reciben verdaderos golpe en la vida, son estas personas las que podrían vivir deprimidas todo el tiempo y sin embargo, son felices y contagian esa energía y fuerza positiva a prácticamente cualquier persona.

Comentarios

Entradas populares