sor-pre-sa
Buscamos continuamente que el otro nos sorprenda, que esté a disposición de nuestra capacidad de sorprendernos que crucé ese límite y básicamente, sí nos sorprenda.
Al principio somos así de manera egoísta. Esperando del otro sin dar nada. Esperando que todo esa sorpresa caiga del cielo como regalo.
Cuando descubrimos que ese camino no conduce a nada, porque las relaciones se basan en dar y recibir. Que la mayor satisfacción reside en sorprender a quienes queremos. Cambiamos. Movemos el foco hacia otro lado. Y decimos, porqué no? Porqué no sorprender yo?
Así aplicamos el efecto sorpresa, buscando que el otro constantemente perciba todo esto lindo que tenemos para transmitirle. Pero, alcanza?
Siempre parece que faltara. Que no es suficiente como para que el otro descubra que simplemente queremos o deseamos lo mismo que damos.
Será que esperamos que nos lean la mente? Ojo, hay cosas que están totalmente explícitas y ya.
Es tan básico como "sorpresa". Sor-pren-der
No es muy difícil ni creo sea pedir demasiado. Que se yo, no es mucho más
Al principio somos así de manera egoísta. Esperando del otro sin dar nada. Esperando que todo esa sorpresa caiga del cielo como regalo.
Cuando descubrimos que ese camino no conduce a nada, porque las relaciones se basan en dar y recibir. Que la mayor satisfacción reside en sorprender a quienes queremos. Cambiamos. Movemos el foco hacia otro lado. Y decimos, porqué no? Porqué no sorprender yo?
Así aplicamos el efecto sorpresa, buscando que el otro constantemente perciba todo esto lindo que tenemos para transmitirle. Pero, alcanza?
Siempre parece que faltara. Que no es suficiente como para que el otro descubra que simplemente queremos o deseamos lo mismo que damos.
Será que esperamos que nos lean la mente? Ojo, hay cosas que están totalmente explícitas y ya.
Es tan básico como "sorpresa". Sor-pren-der
No es muy difícil ni creo sea pedir demasiado. Que se yo, no es mucho más
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